lunes, 14 de abril de 2014

Power

Cada uno de nosotros podría componer una canción que defina su vida. Hay melodías que, en el momento en que nuestros oídos la perciben, el resto de órganos y sentidos cambian. Melodías que modifican nuestro estado de ánimo, que despiertan algo refugiado entre nuestras neuronas. Y existe también una canción que nos da el poder absoluto. Esa canción está en pedazos dentro de nuestra alma.

Un día, recordamos un acorde, y entonces, nos hinchamos de esplendor. Otro, conseguimos la rima apropiada, sintiéndonos a gusto con nosotros mismos y nuestro entorno. Y en el momento en que el ritmo se adueña de nosotros ya no hay nada que nos pare, avanzando imbatibles por el sendero de nuestras vidas y nuestros sueños.

Conseguir que ambos senderos estén armonizados y definidos es demasiado idealista, pero los únicos que tenemos el poder de mantener ese enlace somos nosotros. Nosotros tenemos el poder.

El éxito depende de ti. Tú eres el protagonista y por tanto eres tú quien posee la espada que derrotará al dragón. Aunque haya metas que al principio sean imposibles de alcanzar siempre hay que avanzar, buscando otras rutas, un trampolín que nos impulse. Y llegará el momento en que te encuentres perdido en una maraña de árboles enormes que no dejen pasar el sol, cuyas ramas y raíces se entremezclen y te hagan sudar si quieres atravesarlas. Aunque el camino no sea recto, avanza, incluso si tienes que ser un contorsionista y moverte como una serpiente para abrirte paso entre los hostiles brazos de ese oscuro bosque. Sé astuto, sáltate alguna norma si hace falta, pero no te rindas en el camino hacia tu felicidad. Tu vida es tuya y tú mandas y pones las verdaderas reglas.

La vida es un auténtico laberinto, pasamos la mayor parte del tiempo perdidos en él, pero eso no tiene que desanimarnos, si buscamos, siempre encontraremos un oasis donde refrescarnos, o un camino recto donde veamos la luz temporalmente. La vida es un mundo lleno de caminos, de entradas y salidas, donde además se juntan las vidas de otros, conviertiéndose en un conjunto infinito y extremadamente complejo.

Tenemos mucho más poder del que podríamos pensar. Los logros de nuestras vidas son nuestros, nos los hemos ganado porque hemos sabido luchar para obtenerlos. La buena y la mala fortuna a veces influyen, pero no son más que meros elementos del escenario.

Hay quien dice que nuestro destino está ya predefinido, que lo que nos ocurre es porque así debía ser. En parte es cierto. Esa es la base de la canción que antes describía. Nacemos con batiburrillo de notas musicales que son como células en nuestro ser, pero desde el momento en que empezamos a vivir y crecemos, nos convertimos en los compositores de esa canción que nos dará el poder. Y siempre que lo necesites, es tan fácil como empezar a tararearla, hasta que, sin casi darnos cuenta, empezamos a cantar, nuestros pulmones se llenen de fuerza, y con firmes y sincronizados pasos, bailamos en el escenario, nuestro escenario.



Let your soul catch the feeling
-
Let your heart take a beating



No hay comentarios:

Publicar un comentario