jueves, 26 de diciembre de 2013

Vértigo

'Aquel que quiere permanentemente "llegar más alto" tiene que contar con que algún día le invadirá el vértigo. ¿Qué es el vértigo?
El vértigo es algo diferente del miedo a la caída. El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados.'

Milan Kundera - La insoportable levedad del ser


  Y las veces que he caído me han hecho fuerte, unas veces tras haberse curado graves heridas, otras acababan en un suelo de claveles y edredones mullidos, pero siempre han supuesto un derroche de adrenalina que me confirmaba que estaba vivo.
  Ahora el problema es que cuanto más fuerte creo que soy, menos atrayente es el poder del vértigo y, en consecuencia, mi corazón pierde color y luz, mis ojos pierden expresión, y la vida se queda sin razón de ser...
  No quiero perder ese sentimiento, esa paradoja que sólo uno puede percibir en sus propias carnes, imposible de compartir.




Midnight’s calling
Are you close behind?

Trees without leaves and notes that don’t ring
Wine left to rot and a voice that can’t sing
And hours of making love in silence
And a light that just won’t shine in the darkness

Could I be any clearer?
Could I speak any plainer?- I need you here
Just to lean my way
And fall, fall, fall

Fall, fall, fall - Razorlight

lunes, 16 de diciembre de 2013

¡...y van 24!

Voy a hacer un alarde de egoísmo del más alto standing felicitándome a mí mismo.


Siento que el último año ha sido una especie de prórroga antes de llegar al final de una etapa. Y ahora veo el fuego surgir de una pequeña chispa, y sé (y quiero) que lo consuma todo. Quizá no todo, porque creo que tengo la capacidad de salvar lo que verdaderamente importa.

Me dijeron que mi elemento es el fuego, pero nunca me he sentido realmente así. Sí familiarizado con él, pero no he sabido sacar todo su potencial. Y eso es lo que me propongo para mis 24 años. Dominarlo. He aprendido muchas cosas, he empezado a pasar a la práctica y ha mejorado la confianza en mí mismo. Pero  llegar a dominar ese fuego no es mi única meta. No consigo ser la persona que anhelo ser, la llama cálida que debería mostrar, y creo que sigue sin ser del todo reconfortante para los demás. Por eso quiero ser más fuego, más puro. Abrirme de verdad.

Este año he conocido a un par de personas a las que quiero y admiro mucho. Y creo que el proceso que me ha llevado a conocerlos (pero conocerlos de verdad) por fin ha sido, en cierto modo, natural. Sin falsas ilusiones o expectativas, de una forma adulta. Y ahora sé seguro que durarán eternamente, puedo aportarles mucho, y adquirir todo lo positivo que me necesito. Pero además, creo que otras relaciones han encontrado su equilibrio, mejorando o consumiéndose por ese mágico fuego purificador que me protege de manera innata.

Y sí, estoy completamente preparado para empezar la nueva etapa que me espera. Enigmática, como a mí me gusta. Una etapa que cuyo fin es ahora inimaginable, lejos de todo. Una etapa que comenzará cuando las llamas atraviesen por fin todo el terreno.

Veo fuego a mis espaldas, pero camino tranquilo, confiando en que no me va a quemar.

I see fire, oh you know I saw a city burning (fire)
I see fire, feel the heat upon my skin (fire)
And I see fire (fire)
And I see fire burn auburn on the mountain side


lunes, 9 de diciembre de 2013

Qué gran tipo Nelson

Quería rendir un pequeño y personal homenaje a Nelson Mandela ahora que ha dejado este mundo.

Sonreír alberga una gran magia

Si soy sincero, este hombre no influyó ni tuvo relevante importancia en mi egoísta existencia, sin embargo, su partida ha provocado lo que a él seguro que le habría encantado: me ha hecho pensar, reflexionar.

Me ha hecho reflexionar esta vez sobre cómo muchas cosas que en apariencia son poco importantes, o poco interesantes, o incluso vulgares, tienen su razón de ser y hacen avanzar a nuestro mundo. Que hay cosas en las que debemos prestar más atención de la que le damos.

Me planteo la utilidad de quejarse por los males contemporáneos del mundo. Los políticos que gobiernan dicen que estamos saliendo de las crisis, otros dicen que no, que las grandes cifras quizás digan eso, pero que para los ciudadanos esto no ha hecho más que empezar. Que las vamos a pasar canutas, que España avergüenza día tras día más y más. ¿De verdad?

Nos hemos obcecado en medir todo por el bienestar económico, pero en realidad estamos viviendo la mejor etapa de la historia en cuanto a igualdad. No hablo de una igualdad institucional o una igualdad en oportunidades. Ahora para algunos ser un hipster mola pero heavy también, ser gay lleva incluso a desatar sanas envidias, la gente blanca tiene grandes amigos negros.... Me encanta pensar que puedo ser tal como soy. Que me dejen querer lo que quiera. Me encanta poder encontrarme en el tranvía a unos simpáticos argelinos que me den un trozo de pizza sin razón ninguna. Me encanta entablar amistad con un chico o una chica negra y poder aprender y compartir aventuras, gominolas y risas.... Es genial tener una jefa y que encima no nos tratemos de usted, porque eso es muy serio y soso.

Creo que mientras la sociedad siga avanzando en ese sentido, las penurias económicas serán más secundarias. Y ojalá siga avanzando por la buena senda.

Por un día, os invito a que no os indignéis con lo que leemos en Internet. Luchar por nuestros derechos es crucial, pero de vez en cuando, pienso que nos haría bien recodar que hechos que pasan desapercibidos, nos pueden arrancar una sonrisa, reconfortarnos y, entonces, sentirnos satisfechos.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Tentáculos y frío

Lapland (Finlandia)

De repente, se vuelve todo negro cuando no lo esperaba, y salen esos tentáculos de hielo estruendosamente del suelo y me atrapan produciendo un escalofrío que me debilita. Afuera se oyen flautines agudos y la gente se desvanece. Como a inocentes golondrinas, también les han atrapado por sorpresa.

La llegada del invierno es un cambio brusco, pero me gusta. Me hago más amigo de mí mismo, veo los acontecimientos pasar desde una perspectiva más cálida. Ya no es la época de los amores desenfrenados, y lo que apetece es la dulzura cálida del chocolate, un amor más íntimo, de abrazos y achuchones. Aunque el viento frío me reseca tanto las manos como el corazón, también refresca mis ideas, brotan de nuevo tallos de creatividad verde pistacho, mi favorito.

Esos tentáculos amenazadores están ahí para despertarme, no puedo permitirme hibernar ya que en el mundo en que vivo el tiempo sigue pasando, y muy rápido, por mucho que las ventiscas vayan helando almas a mi alrededor. En invierno todo parece oscuro y muy solitario, hasta que un latigazo de aquellos brazos de nieve me hace abrir los ojos. Hay amigos de todo tipo que ansían conocerme y yo los espero haciendo un hueco bajo mi manta de lana. En invierno, para mí, los enlaces entre distintos universos son más claros y quiero aprovechar para conocer cosas insólitas bajo el hielo que, paradójicamente, es más grueso y difícil de penetrar en aquella época de playa y ron.

martes, 12 de noviembre de 2013

Memoria

Hay días concretos en nuestras vidas que tienen una importancia especial y personal. Días en los que no hace falta una alarma que nos recuerde que ese día serás un poco más feliz, o más triste, o al menos, que reflexionarás de una manera inusual. Y todo es debido a los recuerdos que permanecen en nuestra memoria.

Con el 11 de noviembre, por ejemplo, me pasa algo así. Se origina en el centro de mí una energía que me hiela por dentro. Es el recuerdo de una decepción. Y no puedo evitar que eso ocurra, quizás el tiempo lo vaya curando, espero. Sin embargo, me sorprende cuánto puede influir en nuestro comportamiento un simple recuerdo. Cuando tengo un recuerdo bueno puedo evadirme a través de él y pasar a ser mecido por los brazos de Morfeo. Consigo verdaderamente profundizar y no ser consciente del tiempo y, por tanto, de la realidad. Los tenemos en la superficie y es fácil recurrir a ellos para pasar un buen rato, aunque breve.
Con los recuerdos dolorosos ocurre algo distinto: cuando el cerebro reactiva las sensaciones sufridas en el pasado, se genera una reacción, a veces en mi corazón y otras en mi estómago. En el corazón es un fuerte pinchazo, en el estómago se para la digestión y el páncreas comienza a segregar plomo. Entonces empiezas un ciclo de reflexión, a veces de tormento, que, como una mosca, va dando vueltas por nuestra cabeza hasta que decide irse. Estas reacciones físicas a esos recuerdos son el mecanismo de defensa que tenemos intrínseco, creo que estamos hechos para buscar la felicidad, y como los malos recuerdos nos alejan de ese objetivo, el cerebro manda a otras partes del cuerpo señales dolorosas que nos hagan relacionar las malas vivencias con algo negativo, que no debemos revivir. Y así es como se cierra una herida, nunca desaparecerá del todo, pero al menos la guardaremos bajo llave bien escondida. En cambio, eso sí nos aporta experiencia y sabiduría.

Un mago que me enseñó mucho en mi adolescencia tenía un cuenco en el que guardaba algunos fragmentos de su pasado. Poder vaciar la mente de los recuerdos que no nos hacen falta y verterlos en un sitio al que podamos acceder en el futuro sería maravilloso. Porque cualquier recuerdo, por malo que sea, forma parte de nosotros, nos hace evolucionar, y si tu mente no lo ha eliminado es que forma parte de ti y te define como persona, sería antinatural eliminarlo tan fácilmente como se borra una foto de una tarjeta SD.

Me fascina la memoria y su funcionamiento tan subjetivo, ¿por qué recuerdo tonterías como a mi abuela hace unos quince años dándome una onza de chocolate negro Valor en la puerta de la cocina una tarde nublada de primavera? Me decía "sólo te doy una cada día, cómetela despacito para disfrutarla más". Desde entonces, cada vez que parto una tableta de chocolate me viene a la mente esa escena, y parte de mí, aún se siente culpable si me como más de una onza. ¿Por qué recodaré eso y no otra vivencia cualquiera con mi abuela? ¿Cuáles habré olvidado? ¿Por qué?

Cuando vamos a morir estoy seguro de que tienen que brotar los mayores recuerdos de nuestra vida. Cosas bonitas, recuerdos de desamores, episodios impactantes, dañinos sentimientos de frustración o arrepentimiento.... Hay tantas cosas que nuestra cabeza guarda en sus entrañas....


Ojalá la mayor parte de los recuerdos que nazcan antes de mi muerte me hagan sonreír.

sábado, 26 de octubre de 2013

Enemigos de la Educación

Una sociedad dócil, crédula, manipulable, pobre, simple, temerosa.... Unos gobernantes que se frotan las manos debido a la ambición generada por el poder, planeando el siguiente paso a dar para conseguir que esa macedonia de adjetivos se vaya haciendo realidad; y con la sombra de los maestros en el dominio de la ignorancia muy cerca, cada vez más cerca, aquellos que visten de negro y han zozobrado rebaños por los siglos de los siglos. Tienen bien definidos a sus aliados y van extendiendo sus redes a través de los 3 poderes poco a poco, pero con disimulo, que no se enteren los de abajo.

Tienen la gran fortaleza que otorga la riqueza, es su gran baza. Dependen en gran medida del color de su sangre y no están ahí precisamente por ser superiores en sus habilidades como gobernantes, ni siquiera son muy inteligentes, como más de una vez han demostrado, en especial el presidente. Entonces se deduce su mayor amenaza: la educación de la sociedad.

Hemos llegado a un punto en que creo que cualquiera que no pertenezca a esa estirpe encuentra algo por lo que ver imprescindible protestar. Desde que el ministro Wert abrió la boca una marea verde se ha ido extendiendo como el aceite, este toro bravo despierta la antipatía de todos. La serie de medidas que ha aplicado y pretende aplicar ha hecho que rectores le den plantón, que los mejores alumnos le ignoren, que se active el estado de alerta en la universidad cada vez que pretende ir a alguna. Se ha ganado las críticas de artistas, de deportistas, de multitud de asociaciones. Los cambios en materia de educación son muchos y muy injustos con la sociedad. ¿Por dónde empezar?


Becas. Se pone la excusa de que para conseguir algo, hay que ganárselo, pero en realidad están quitando becas a quienes más lo merecen. El flujo de salida de magníficos investigadores hacia el extranjero es obvio, abochornados por el trato que les da su país. Me imagino la estupefacción de aquel que tiene en sus manos un premio otorgado por el MIT o de alguien que ha sido reconocido como el físico del año, al darse cuenta de que su propio país le da la espalda. Búsquese usted la vida. Que le financie otro la posible cura contra el cáncer, ya se la compraremos luego a la farmacéutica que la comercialice, que seguro que habrá ahí algún colega. Tú eres un don Nadie para nosotros. Págate tú eso.

Discriminación social. Básicamente que se jodan los pobres. Que vayan al colegio en las peores condiciones, así luego no tendrán ganas de seguir formándose y evitamos rivales. Es beneficioso tener chavales cuyo mayor interés sea el fútbol o ser como los chicos y chicas de Gandia Shore. O inmigrantes otros que vean como salida más factible robar o delinquir en general. Esos ni nos traerán problemas en las urnas ni darán discursos que haga plantearse dudas a la población. No conviene integrarlos pues. Así que las becas para comedor, transporte, libros, etc. mejor apartadas.
Pero no sólo los pobres. Discriminación para los que tengan más dificultades, por ejemplo psíquicas. Las nuevas reválidas en los periodos obligatorios de la educación van a ser un varapalo para gente con retrasos mentales, y por supuesto, los programas de diversificación se van al garete. No hay dinero, suele ser la excusa. Ya... Es mejor potenciar la escuela privada y concertada, donde los colegas curas darán una dosis doble de adoctrinamiento.

Volver al pasado. Hace 50 años la sociedad era más dócil, crédula, manipulable, pobre, simple, temerosa.... por culpa del multiculturalismo, la libertad de información, y los avances hechos esto se está perdiendo. Encima la mujer da guerra. Lo mejor será empezar por aconsejar a los alumnos a hacer religión y aprenderla bien, ¡o si no repites! Y de paso vamos a premiar a los colegios que separen niños de niñas. Así incluso les podemos dar una educación diferente, y Dios nos salve, que las niñas vuelvan a ser recatadas y sumisas a toda orden.

Subida de tasas. Se está convirtiendo la universidad en un privilegio, en lugar de un derecho. Se dice que la universidad está sobrecargada y que encima está endeudada. En lugar de inyectar más dinero en ellas y potenciar una educación superior pública apreciada por todos, se reduce profesorado, se reduce en todo, marchitando la calidad. El acceso a la universidad no debería ser a base de billetes, si no por vocación. Pero es que aquellos que tienen vocación pero no recursos, si llegan lejos, son peligrosos. Conviene más tener la universidad llena de pijos amuermados que obtendrán un título para enmarcarlo y colgarlo donde antes estaba el de su padre, precedido por el del abuelo.

Masificación en las aulas. Como borreguitos, que todos piensen igual. Que el profesor no tenga tiempo para todos. Total, cuanto menos aprendan, mejor.

Nacionalismo. No voy a meterme en el tema por no alargar esto más. Aquí los políticos han encontrado un arma con que desprestigiar la marea. No es el único método. La estrategia es desprestigiar a todo aquel que piense, que se queje, buscar argumentos falsos y así mezclar y difuminarlo todo. Los que se quejan son terroristas, perroflautas, separatistas, republicanos.... Se empeñan en buscar banderas, en buscar defectos, y se están dando cuenta de que cada vez han más gente, y más diversa, cuesta más desprestigiar.

Ahora cuando se frotan las manos, las tienen sudadas, porque se están poniendo nerviosos. La sociedad cada vez es menos tolerante y hay que tener cuidado, van a luchar por cumplir su objetivo: una sociedad dócil, crédula, manipulable, pobre, simple, temerosa, ¿añado más? mansa, ignorante, boba. Por eso veo tan importante defender la educación para todos. Es más importante de lo que creéis protestar, de una manera u otra, pero protestar, que se mantenga viva la conciencia de que lo que nos están quitando son derechos fundamentales. Y aunque parezca que no sirve de nada, que no se van a echar atrás, sí sirve. Yo creo que sirve, porque el movimiento es cada vez mayor, la imagen del inconformismo está cada vez más proyectada y esto se ve. No me gustan los lemas, pero:


Yo estudié en la pública.
Educación pública para todos.
Escuela pública: de tod@s, para tod@s.







lunes, 21 de octubre de 2013

Viajar

Vivimos una época plagada de cambios constantes, de movimiento incesante. El tiempo vuela y el capitalismo lo lidera todo. Y hoy toca sentirse agradecido: por las oportunidades que he sabido aprovechar, por las facilidades que se me han dado, por hacer realidad poder cerrar los ojos, pensar en una ciudad o en alguien y dirigirte allí.

Londres
Viajar es el mayor privilegio del que he disfrutado y espero poder seguir disfrutándolo. Porque sólo he visto la punta del iceberg y ahora tengo la miel en los labios. Hay tantas cosas interesantes que ocurren cuando viajas....

Es mágico amanecer en casa y tras una siesta a millares de metros de altura aparecer en un nuevo mundo que conocer: lleno de vida y fragancias desconocidas, de paisajes que creías fantasía. Se descubren nuevos colores, te maravillas con el legado de otros que nacieron a leguas de ti. El movimiento hipnotizador de un tren que empieza en los terrenos áridos de L'Alacantí puede llevarme a zonas verdes, donde llevar una bufanda se hace imprescindible a pesar de no habernos movido en el calendario.

Capilla Sixtina (Vaticano)

Viajar supone muchas cosas. Me ha permitido estar en contacto real con la historia o el arte. ¿No es increíble haber tocado un muro que cambió radicalmente la vida de los alemanes durante décadas? Es curioso haber paseado por los jardines del palacio de verano de la emperatriz Sisí. ¿O haber estado bajo la Capilla Sixtina y pensar que ahí estuvo el gran Michelangelo dando color, forma y vida a las magistrales escenas que me quedé mirando con admiración?  En esos momentos cerré lo ojos y reflexioné sobre lo inmenso que es todo. Es fascinante que de la nada, se edifique toda una urbe, que se torna un ente viviente, un ecosistema cada vez más complejo fruto del trabajo de todos sus habitantes durante años y siglos, intercalando arte con el rutinario día a día.

Monumento a los judíos (Berlín)
También nos hace descubrir cuán parecidos y diferentes somos entre todos. En esencia, todas las sociedades son iguales, pero nunca dos ciudades te transmitirán lo mismo. Comparar unas costumbres y otras me divierte y hay sitios en los que alguna vez me gustaría fundirme con su cultura y formar parte de ellos. Por desgracia, es imposible elegir el sitio donde queremos nacer pero mi mayor deseo es poder elegir el lugar donde acabar mis días. Todos deberíamos luchar por ir a parar al lugar al que realmente pertenecemos,piensa que las raíces no lo determinan todo porque somos humanos, no plantas. Por eso pienso que es una crueldad impedir a la gente pasar fronteras; el mundo está injustamente repartido y aquellos que no se conformen con la elección divina que le llevó a empezar en un sitio tienen toda mi admiración y respeto para salir de ese pseudohogar y encontrar su verdadera casa.

Metro de Roma
Eindhoven
Y hay algo más: esas llamas que quedan prendidas por doquier, y que me encantará seguir aumentando en número y evitar que se apaguen. Amistades nacidas de casualidades y que te enseñan tanto, con quienes vives innumerables experiencias y desaventuras. Soy feliz al saber que hay alguien en Valencia, en Murcia, en Málaga, en Madrid o en Barcelona... y más allá, en Italia, en Francia, en Reino Unido, Bélgica, Holanda, Croacia o Grecia. Por allí hay gente que valoro, gente que volveré a ver, gente que admiro, que quiero, a la que le debo algo, a quien abrazar, con quien hacerme divertidas fotos.... Con cada uno de vosotros tengo algo especial. Gracias a las oportunidades que ahora tenemos es todo mucho más fácil, a pesar de las permanentes injusticias y desigualdades del mundo, no debemos obviar que ahora está todo mucho más a nuestro favor.

 Mis pies ya me piden que los castigue con la gloriosa penitencia de recorrer callejuelas estrechas, lechos de un río, senderos o majestuosas avenidas abarrotadas de gente, arte y un pasado que descubrir.
Catedral de Murcia
Con Jens en Alacant












domingo, 22 de septiembre de 2013

Un mes tutorial

Definitivamente, septiembre es un mes desagradable. Hasta ahora, todos los meses de septiembre han sido de transición. Es aquel mes en que todo empieza de nuevo, hay que volver a engrasar las correas para que todos nuestros mecanismos vayan a buen ritmo. Pero es esa espera lo que hace septiembre indeseable. Toca volver a buscar una rutina, encontrar cómo llenar las tardes, aprender las reglas del juego. Es el mes de los novatos, es un mes tutorial, y, al menos a mí, leer un manual de instrucciones no me gusta, me da pereza. Prefiero pasar directamente a la acción, más que nada, porque anticipo los controles, sé y deduzco de antemano el funcionamiento.

Bien es cierto que el paso del tiempo juega un rol importante y en realidad se podría considerar septiembre el preámbulo de una nueva etapa, el descubrimiento de cosas nuevas, y eso está bien. Pero sólo cuando se hace con ilusión.

Es triste pensar en cómo la experiencia actúa como una lija, eliminando a cada pasada esa capa de ilusión inocente que nos cubría y resplandecía sobre nosotros. Y lo peor es que esta sensación se va extendiendo en la sociedad cada vez más intensamente y prematuramente. Hacemos tanto, tenemos tanto y nos obligan a aspirar a tanto que la experiencia ya no es una lija que nos desgasta paulatinamente, sino un ácido que nos abrasa. Lo noto en mis hermanos, cosas que a mí me hacían tanta ilusión a ellos ni les inmuta. Yo recibía los libros nuevos del cole y me gustaba cómo olían a nuevo, los ojeaba por dentro y me hacía ilusión tener un avance de lo que sería el nuevo curso. Se despertaban en mí hordas de creatividad ante la idea de la promesa de un regalo, anticipándome a él con mi imaginación. Ellos permanecen impávidos. Reciben lo que les llega con lo que parece un aire de resignación o como algo ya incluido en la rutina. Y lo bonito es romper ese cristal, ya que vivir en una constante rutina nos deshumaniza.

El caso es que he acabado perdiéndolo yo también. Todo lo veo desde una superioridad que no me gusta, me siento presuntuoso. Jugar a un videojuego ya no es lo mismo, no empatizo con los personajes y su historia, se pierde esa esencia y todo queda en un simple toqueteo de botones, que no me divierte ni apasiona como antes. Hay un espíritu crítico que lo enfría todo demasiado. Y a veces quiero recuperar esa lúcida inocencia, quiero encontrar a ese Peter Pan al que ya cada vez menos gente recuerda.


Ahora cierra los ojos y te dejaré una canción sobre mí. Todo empieza lento, incluso con un ritmo entrecortado. Escucha mi respiración. Refleja cómo me siento. Pero en algún momento nos cogeremos de la mano y entonces la melodía cambiará y nos animará a seguir, y llegará la noche en que empece el fin.


Begin the End - Placebo Loud Like Love

Espero de todo corazón que acabemos entendiéndonos, que sea recíproco, sin malinterpretaciones, sin errores.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Vuelta de las vacaciones

¿Conocéis la historia de Pandora?

Fue la primera mujer en el mundo y traía consigo una ánfora que Zeus le dijo explícitamente que no abriera nunca bajo ninguna circunstancia. Pandora era consciente de la orden, pero al igual que Afrodita le dio la belleza, también aprendió a apreciarla. Y esa ánfora era bonita, estaba magistralmente decorada, si era tan bella por fuera, ¿cómo sería por dentro?
Hermes dio a Pandora, entre otras cualidades, la curiosidad. Ésta cada vez era más grande, hasta que llegó el día en que lo fue más que la precaución de su conciencia. Y abrió la jarra.
De ella salieron todos los males que ahora conviven entre nosotros. Cuando Pandora se dio cuenta de lo que había hecho cerró de inmediato la tinaja, aunque ya era tarde y se escaparon todos salvo uno: el espíritu de Elpis, diosa de la esperanza, que fue más lento y no tuvo tiempo de salir.

¿Qué creéis que hizo Zeus con Pandora?

La perdonó. Sabía que finalmente la abriría. Que era inevitable.

Antes de empezar mi historia, necesito explicar qué representa Elpis realmente. Zeus tenía al espíritu de Elpis encerrado en la ánfora que contenía los males porque es quien produce en los seres humanos el temor a los males que puedan avecinarse. Da conciencia de que el mal acabará llegando, trayendo consigo un sufrimiento previo al verdadero sufrimiento.


Ahora la tengo en mi habitación, a mi lado cuando duermo, y la llevo a casi todas partes. Recuerdo el día en que la encontré. Bella, sofisticada, enigmática en algunas caras y tan agradable para los sentidos por otras. Desde entonces la intento cuidar, sin una razón concreta que me lleve a hacerlo.

Mi cabeza, a la que he aprendido a hacer caso, me recuerda siempre el mito de Pandora y entonces un temor enorme se apodera de mí con la sola idea de abrir la caja. ¿Es sensato pensar que  dentro contendrá el mal?

La caja en sí da color a mi vida, me gusta tenerla en mi escritorio, observarla. Pero llega el momento en que mi corazón me pide más, tímidamente se adentra en mi mente la curiosidad, la ambición, el deseo, y aunque a lo lejos, también asoma el rostro la esperanza. Por un lado quiero abrir la caja, pero por otro me da mucho miedo, mi conciencia me recomienda no hacerlo e incluso convence a parte del alma de que, si no a priori, a posteriori me arrepentiré. Es la eterna lucha entre razón y corazón.
Y aquí se da una paradoja: si Pandora consiguió que Elpis no escapara, ¿por qué me atormenta ahora a mí?

Sé que es inevitable acabar abriendo la caja. Pero nada demuestra que lo que haya dentro será malo. La cuestión es: ¿cuándo me atreveré a abrirla? La amnistía ya la tengo asegurada; todo es cuestión de tiempo: tanto lo bueno, como lo malo.





miércoles, 31 de julio de 2013

Perspectiva


Por muy bien que vayan las cosas siempre es posible encontrar algo de lo que quejarse. Estar agradecido honestamente y sentirte feliz, y que, en cambio, haya pequeñas pinchitas clavadas, que no se ven ni molestan, pero que al menor descuido, apoyas la palma y notas un dolor superficial que te hace mirar las manos y buscar lo que está mal. Qué bonito puede llegar a ser nuestro mundo, pero qué exigentes somos; y según como nos pille, la espina más diminuta puede empezar a penetrar hasta provocarnos una infección. Me viene a la cabeza un niño mirando las palmas de sus manos. Mirarse las rayas de las manos nos hace pensar: a algunos les inspira para buscar el avenir, otros simplemente parece que jueguen a perderse por ese laberinto de líneas aleatorias. Lo que es cierto es que es una buena manera de representar la reflexión. Mirar tus manos es como mirar en ti y seguir sus líneas un intento de entendernos.



Me parece curioso cómo según qué perspectiva tomemos nos podemos sentir confortables o incómodos con algo. A veces puedes estar convencido de qué es lo que NO quieres, y un evento importante que nos ataña directamente, hacernos mover nuestra posición y cambiar perfil por planta, dando la vuelta a todo.
Una de las claves es saber adaptarnos, aunque se suele pagar un precio, renunciando a algo a cambio de evitar una decepción mayor, o la tristeza en general. Pero ya nos desprendemos de algo, dejando un vacío temporal que empieza a contaminarnos.

Es como con las personas. Según tu estado de ánimo, o el periodo de tu vida, o por lo que estés pasando, necesitas a unas personas más que a otras. Aquel que parecía insignificante en tu vida volverse alguien capaz de ascender tu alma a la luna. Incluso gente con la que compartiste mucho en el pasado, regresar y alterar de nuevo nuestros esquemas.

Por un acontecimiento que te haga ver las cosas de manera diferente puedes pasar de buscar la libertad y el atrevido jolgorio a la necesidad de un amigo, más que un amigo, que te recuerde lo que es soñar, que te cuide para que puedas bajar la guardia y dejar descansar nuestros instintos autodefensivos.

Pienso que nos conviene sentarnos en el borde del mundo y verlo todo desde allí.

lunes, 24 de junio de 2013

Somnis de Sant Joan


Soundtrack de Fragile Dreams. Precioso y recomendado 100% escuchar.


Esta es la mágica noche de San Juan. Múltiples hogueras crecen en la arena de las playas con el fin de purificar.... ¿Qué?

Para mí San Juan evoca los sueños que viven dentro de mí. Despierta a aquellos que estaban casi olvidados. Los sueños más activos y rebeldes se avivan como las llamas que hoy crepitan a orillas del mar. En un principio me siento nostálgico, medio decaído por todo aquello que anhelo y, sin embargo, aún no alcanzo a vislumbrar ningún síntoma de progresión.

Hoy paso la noche solo, acompañado de mis apuntes y mi blog, y cierro los ojos para trasladarme allí donde mi subconsciente me quiera llevar. Ahora me acompañan notas agudas de un piano, que a veces se paran de súbito y me hacen abrir los ojos. Y veo la luna de San Juan: amarilla, redonda, llena de un poder incomprensible. Mi cuerpo flota en el mar, movido por brisas de medianoche y voy hacia un horizonte invisible hasta desvanecerme.

Creo que es magnífico tener sueños. Aunque no se cumplan. ¿Qué pasaría si todos nuestros deseos se cumplieran? ¿Alcanzaríamos la gloria, o en cambio caeríamos en una vacía infelicidad? Tener esperanzas para que algo llegue, sueños por los que luchar, aunque algunos sean platónicos creo que da sentido a nuestra vida.

Hoy es una noche en la que liberar nuestra espiritualidad, dejar de lado ciertos temores y correr hacia el fuego. Saltar y no quemarse. Pedir un deseo. Respirar el aroma marino y coger de la mano a tus amigos, a aquellas almas que correrán velos para protegerte o descubrirán paraísos que desconocías.

Una noche en la que los sueños no son tan frágiles.


viernes, 31 de mayo de 2013

Personas y yo

Un tema que me parece fascinante es el referente a la afinidad entre personas. ¿Por qué una persona nos puede parecer interesante a nosotros, y en cambio con vosotros no tener ni un mínimo contacto personal? Supongo que a grandes rasgos se podría hacer una clasificación de personalidades en función de sus cualidades, los adjetivos que nos sirven para describir a alguien no son infinitos, ni siquiera lo sería la combinación de todos y sin embargo, todos somos únicos.


A lo largo de nuestras vidas van pasando caras y caras. Hay veces que me dedico a recordar a la gente que he ido conociendo en distintos periodos de mi vida. Intento recordar sus nombres completos, qué me gustaba de ellos. Entonces, me doy cuenta de que, aunque pudiera volver al pasado, mi relación con esa gente no habría variado un ápice. Aquellos que no son más que una silueta negra, volverían a pasar desapercibidos, aquel que me producía recelo, me seguiría cayendo mal años después en un reencuentro, y también hay gente que me da pena no haber conocido más. Y aquí me reprocho a mí mismo no haber tenido mejores habilidades sociales.


Las personas que pasan por nuestra vida se engloban en esas oportunidades que fluyen a nuestro alrededor y hay que ser ágil para atraparlas al vuelo. Es como pasar por un campo de tréboles y estar atento por si ves un trébol de cuatro hojas. Pero simplemente concentrarse más, no obsesionarse en algo que cabe la posibilidad de que ni exista. ¿Entra quizás en juego el destino?


Últimamente creo que no. En un vuelo es aleatorio las nubes con las que te vas a topar, simplemente te las encuentras y es cosa tuya querer atravesar la nube, o mejor bordearla. Salvo un detalle, las relaciones personales tienen la particularidad y complejidad de ser bipolares.


Creo que tenemos un sexto sentido que nos impulsa a adentrarnos o no en esa nube. Esa afinidad que es como una bombillita que se puede encender. Hay personas que me hacen sentir cercanas a ellas, o que con palabras simples, me hacen sentir algo. Y, en realidad no son muchas. Todavía me pregunto si soy tímido o introvertido. ¿O en realidad selectivo?


Conocer personas nos da experiencia, nos hace aprender mucho y corregir errores que inocentemente comentemos. Prejuicios, envidia, baja autoestima... esas cosas tan abstractas nublan ese sexto sentido del que hablaba. ¿Debería meter aquí el amor? Enamorarse también lo empaña todo. En este caso supongo que la afinidad se dispara sin sentido, al igual que cuando prejuzgas a alguien, lo infravaloras a priori sin una razón real. Lo que pasa es que el amor ocasionalmente sale bien, o eso dicen algunos.

Por mi vida ha pasado gente a la que apreciaré siempre. Creo que soy alguien muy camaleónico, y cuando alguien me interesa valoro toda influencia que tenga en mí y me adapto a su forma de ser.No es mucha la gente con la que he congeniado de verdad, pero cuando lo he hecho, he sabido empaparme de todo lo que pudieran aportarme, al menos de buena parte. Algunos han desaparecido. Otros siguen centelleando débilmente. Y otros tantos espero que sigan brillando eternamente.

domingo, 12 de mayo de 2013

Rumbos


¿Se puede ser tan egoísta como para esperar que alguien no cometa los errores que uno mismo comete? No tienen por qué ser errores, basta con algo que uno se reprocharía a sí mismo.


Irracionalmente, sí.


Lago Setba (Senegal)


Ahí hay dos personas que navegan por un lago rosa apacible. Se ven a lo lejos, sin saber si están en la otra orilla o, como yo mismo, errando por el centro sin rumbo fijo. Me doy cuenta de que soy uno de esos dos seres. Intentamos ir a nuestro encuentro y conforme nos acercamos, cada vez parece que es más fácil, te animas, adquieres fuerzas que jamás pensaste que tenías y, por fin, le tocas la mano. Y ese calor es imposible de olvidar. En ese momento se paraliza el tiempo, las aguas rosadas son perfume y eres feliz. Tanto tú como la otra persona.

Sin embargo, no estamos en un terreno firme. Nuestra barca se tambalea sobre la superficie del agua. Unas veces es a causa de tus propios movimientos, otras veces será la barca de aquella persona la que chocará con la tuya, o si no, el inevitable movimiento natural del agua. Da igual de quién sea la culpa, la entropía aumenta sin remedio y todo lo que puede parecer simple se va haciendo más y más complejo, aunque algunos mantienen el dominio.

Pero lo que me ocurre es  que nuestras barcas toman una tendencia de distanciamiento e intento alargar el brazo todo lo posible. Aunque lo hago con los ojos cerrados, con miedo, y estiro más, con la esperanza de sentir de nuevo ese calor y que la otra persona no me deje ir. A veces me olvido de que yo también tengo remos.

Si yo cierro los ojos, ¿no los cerrarán también?





domingo, 7 de abril de 2013

Sans Soleil

A nuestro alrededor hay cosas que nos rodean que son tan asumibles y triviales que siempre hemos concebido que están ahí. Cosas importantísimas en realidad. Si ahora la luna decidiera abandonarnos o el sol se desvaneciese o las margaritas no crecieran en primavera el caos generado sería enorme.

Y a veces lo pienso. Cuando algo desaparece queda inevitablemente su rastro. Una voz transformada en un simple recuerdo en las sombras de nuestras entrañas. Somos como satélites que necesitamos llevar nuestra trayectoria alrededor de nuestro sol, y sin sol pasamos una temporada desorientados, perdidos, buscando la autosuficiencia y recurriendo al ego que se ocultaba en la sombra cuando el sol brillaba.

Canción preciosa de Miike Snow

Cuando estamos junto al sol, cierto número de sombras van apareciendo, unas buenas y otras malas. Sin embargo, si el sol deja de brillar, todo se hace uno, y el sentimiento que yace entonces tiene que reposar pues su evolución podría ser fatal. Ni las sombras ni nosotros mismos tenemos entonces sitio en el que escondernos. Nunca es bueno que el sol se apague, pero cuento con ello.

Without sun we pull what feeds us from the heat that's in-between us
How can we expect to build a boat
Seagulls running everything


jueves, 28 de marzo de 2013

Amaneceres prematuros


Me gusta esta época del año.



Son los días con los rayos de sol prematuros. Esos amaneceres estivales que se adelantan al cambio de hora. Porque luego, tras el cambio, volverá a ser de noche a las 7:17, hasta que los verdaderos amaneceres de verano se levanten junto a mí.

Me gusta que la gente sea así. Que su espíritu irradie esa energía de los rayos de sol prematuros. Y ojalá alguien así me quiera. Me gusta pensar que así será el preludio de la felicidad eterna.



viernes, 15 de marzo de 2013

Temblores


Una serpiente que se come la cola. Todo en nuestra dimensión, en nuestro universo, es un círculo, una esfera. Por muy plano que veas el suelo por el que caminas, si siguieras recto al final acabarías boca abajo respecto al origen.



Cuando el horizonte toma ese color extraño, casi fluorescente, sé que se acerca el temblor, porque así funciona el mundo. Por mucho que la luna brille con esa luz plateada que atrae licántropos, románticos y enamorados cuando está llena, al final va achicándose hasta ocultarse, como lo hace el sol en el crepúsculo cada día. Es entonces cuando la luna se torna en los cuernos del diablo. No es como la timidez de un duendecillo del bosque lo que hace que se esconda, son las reglas cosmológicas que lo gobiernan todo. Funciona así y, poco a poco, me voy resignando asumiendo que nuestra realidad es esta.

Vivir preparado para el temblor supone quizás desprenderse de placeres de la vida como la tierna inocencia o la felicidad despreocupada. Cuando se levanta ese viento frío y devastador, me gusta saber que puedo contar con alguien, ya sea estando aquí, en París o en Buenos Aires. Quizás contigo ni el mayor de los temblores consiga derribarnos, pero también me entreno para pensar que en la soledad, podré gritar y que el eco me conseguirá reconfortar.

Al igual que horror, existe el esplendor, momentos que la gente inteligente propone que aprovechemos: Carpe Diem. Y estoy de acuerdo. Mientras el presente nos acaricia dulcemente no debemos abocarnos al temor del cambio futuro, a la llegada del temblor.

Llega el momento en que toca dar la vuelta al reloj de arena. No pensar que ésta cae sobre nosotros y nos abrasa o entierra en medio de un desierto desolador, si no que esos granos están contenidos dentro fluyendo al son del tiempo y que cuando lo precisemos podemos hacer cambiar su sentido.

Al bien le sigue el mal, pero nosotros somos eternos viajeros entre ambas estaciones. Sed conscientes de que no pertenecemos a ninguna de ellas.

De donde nadie vuelve, yo te vi regresar

lunes, 4 de marzo de 2013

Homenaje

Las mediterráneas aguas que bañan mi ciudad son tranquilas y dóciles en general, salvo excepciones: como esos días previos a la hormonada primavera, que al son del viento levantino, se rebelan como adolescentes haciendo estallar su imberbe furia contra las rocas de ese paseo por el que anduve y andaré infinidad de veces. Cerrar los ojos y verme apoyado sobre mis antebrazos en esa valla azul, escuchando un sonido inconfundible acariciar mis tímpanos es cosa fácil y placentera. El sonido de las olas romperse es algo tan característico de Alicante como estar bajo la luz de la luna y oler la brisa marina, y notar que acaricia los rizos de mi cabello.

Pero aunque el mar sea el acompañante de la en otro tiempo conocida como Akra, hay unos seres por los que sien
to respeto y admiración. Para mí son los guardianes de Alicante, han visto crecer la ciudad donde nací y han estado ahí, imperturbables, robustos, imponentes. Me refiero a los centenarios ficus que velan por las calles más céntricas y dan ese toque de elegancia que toda urbe merece.




Bajarse del tren, entrar en la ciudad y ver estos árboles a mi derecha produce un profundo confort a mi corazón. Me dicen que todo permanece estable, que no tengo de qué preocuparme. Ellos están ahí para hacerme sentir bien, sentirme seguro y en casa.
Recuerdo paseos cuando era pequeño, con un helado del Peret en la mano, pisando gigantes hojas en comparación a mis piececitos e ir levantando la mirada y, poco a poco, seguir con los ojos esos robustos troncos hasta una copa que lo cubría todo. Para mí Canalejas era el parque donde siempre era de noche, y si me cansaba de los días largos del verano, sólo tenía que correr hacia allí y abrazarme a esos troncos o buscar un agujero por el que meterme para llegar al mundo de las ardillas y los pájaros locos.

También hay muchos de estos ficus en Vinorús, porque estos guardianes son ideales para allí. Soldados que han sobrevivido a los bombardeos y que han tenido y tendrán niños de tantas generaciones intentando subir por ellos, con la ilusión de llegar a aquel poblado secreto entre sus ramas. ¿Cuántos pájaros imagináis que habrá en esas copas de diámetros desmesurados?

Ayer nació en mi estómago y luego se balanceó hacia arriba como el aire caliente un orgullo sano mientras volvía a mi casa y subía por la Rambla. Había mucha gente: unos entrando o saliendo de abarrotados bares, otros dando un paseo agarrados del brazo a la persona que aman, dirigiéndose algunos a lugares tan dispares... Probablemente para la gran mayoría en ese momento pasaba desapercibido, pero yo lo vi, en el Portal de Elche, erguido por encima de todos y observando una población en constante movimiento.

Cuán admirable es la longevidad de un árbol y su labor en nuestras vidas. Porque aunque muchas veces pasen desapercibidos seguro estoy de que todos nos aterrorizaríamos si alguna vez faltaran. Veríamos una ausencia irremplazable en su posición y nos sentiríamos más débiles, como faltos de algo, ahuecados. Esos árboles están ahí para todos y por eso merecen esta reseña. Son los ángeles de la guarda q
ue tiene la suerte de poseer Alicante.




Y qué ganas me han entrado tras todo esto de disfrutar de las suaves temperaturas alicantinas sentado en un banco de la plaza de Gabriel Miró cuando todavía haya suficiente luz. Sacaría una buena novela de la mochila y me pondría a leer con ellos, los eternos habitantes del parque. Compartiendo con ellos las vivencias de personajes ficticios, o mis desaventuras guardadas en la memoria. No podría imaginarme Vinorús sin ellos. Son mis guardianes, mis escuderos.

viernes, 1 de marzo de 2013

Actualidad para liberales

 Que sí, que el papa dimite. Que hoy son sus últimas horas como Benedicto equis uve palito y pasará a ser un ciudadano de a pie llamado Joseph con mocasines nuevos y sin anillo al que besar. ¿Realmente es una noticia tan importante su cese voluntario?

No tengo mucho en contra del representante supremo de la religión católica en la Tierra, mis sentimientos hacia él son totalmente vacíos porque el interés que tengo por la religión católica es baladí. No me representa ni creo en sus dogmas. Lo que me pueda interesar es por cultura general. Sin embargo, parece un tema de importancia extrema. Echando un vistazo a los titulares que encabezan las webs de casi todos los diarios europeos más importantes ahí aparece la misma frase:
“Dernières heures au Vatican”, “La Santa Sede quedará pronto en manos del ‘padrino’ Bertone”, “L’ultimo giorno di Benedetto XVI”. Estos son titulares en primera plana de liberation.fr, publico.es y repubblica.it. He escogido periódicos de ideología de izquierdas a propósito y sorprendentemente en ellos se daba incluso mayor hincapié a la nueva papal.

Un lector de Público en teoría aboga por un estado laico, que reduzca la presión e influencia de la Iglesia en nuestro país. Es decir, lo que pase o deje de pasar en esa institución es secundario. Con esto no quiero decir que no sea un tema de actualidad al que hacer referencia, pero hacer un seguimiento tan exhaustivo de todo lo que ocurre me parece incomprensible. Desde su decisión, todo ha sido un vuelco mediático sobre este tema. Son interesantes ciertas reflexiones, artículos sobre cómo fue el mandato de Benedicto XVI, análisis varios... Es normal que cuando un personaje de relevancia deja un cargo importante se escriban crónicas sobre él. Pero lo que no es normal es ese bombardeo, esa “alarma social” provocada.


Sorprendentemente, medios como Le Figaro o El Mundo (de derechas) se centraban esta mañana en temas más serios, como las consecuencias que se están descubriendo a raíz de la catástrofe de Fukushima o la avergonzante situación de Bankia en la bolsa, dando más prioridad a estas noticias.

A mí por lo menos todo esto del Papa, no me interesa tanto. Veo más interesante el cambio de gobierno en Italia que el del Vaticano, pero para los medios esto no es así.

Ahora reflexiono sobre lo lenta que avanza la mentalidad de la sociedad a pesar de la era en la que estamos, de incesantes cambios y avalanchas de información por todos lados. Y también pienso en religión. A veces me planteo si creo en algo. Intento mirar en mi alma y contactar con mi espiritualidad. ¿Podemos ser las personas ateas? ¿Ser ateo demuestra una inteligencia mayor? ¿Ser ateo es ser racional?

Sólo por la cantidad de arte, belleza y cultura que genera una religión, ésta debe ser respetada

jueves, 21 de febrero de 2013

Jacques II


En el amor todo son contrastes. A veces, conoces a una persona que parece tan ideal.... ¿cuántos de vosotros os habéis enamorado a primera vista? Hay muchos factores que juegan en nuestra contra en el juego del amor: uno de ellos es la ilusión y otro, las interpretaciones y malinterpretaciones. Es todo un juego psicológico en el que también entra el corazón, creando una batalla entre lo irracional y la sensatez. Por eso hay tantas y tantas historias de amor que nos rodean. La combinación de factores, interpretaciones, y los propios protagonistas de la trama, es infinita.
Jacques es alguien que a pesar de parecer inocente, no ha tenido una vida fácil y, quizás, el pesimismo sea un buen defensor. La decisión es de cada uno. ¿De qué prefieres pecar? De iluso y llevarte palos mayores (o no) a lo largo de la vida,  o de pesimista y quizás perderte cosas maravillosas.



Iván era tan natural, y sus expresiones tan francas y agradables que instantáneamente sentí que conectaba a la perfección con él y enseguida cogí confianza. Entonces me propuso ir a dar un paseo por un parque. Sólo conseguí susurrar: gracias, Iván.

¿Recuerdas aquel parque con un estanque lleno de patos y nenúfares? Fuimos allí un par de veces cuando te echaste aquel novio tuyo futbolista.

Paseando y escuchando los relajantes ruiditos que hace el agua, me contó que lo que más le gustaban eran los helados con muchas bolas recubiertos de sirope de chocolate muy caliente. Que coleccionaba figuritas de elefantes. Que su día favorito del año era ese en que vuelves a ponerte el pijama. Que le hacían gracia mis orejas.

Y me hizo olvidar que mi vida era bastante cochambrosa, era incapaz de hablar de cosas tristes a su lado. Me quedé mirando los patos y le revelé que de pequeño vi como infinitas veces el corto de El Patito Feo de Disney. Él empezó a reírse a carcajadas y cogiéndose las costillas vociferó que él también. Anduvimos durante horas, nos sentamos en el césped mojado manchándonos los vaqueros. Al final, me invitó a un crêpe que compartimos porque no teníamos dinero para más.

Cuando nos despedimos le di un fuerte abrazo que me salió del alma. En aquel momento todos los colores eran más intensos, el verde más verde y el azul, azulísimo. El olor a lluvia me parecía estupendo y cruzar los pasos de peatones pisando solo las zonas blancas me pareció un juego divertidísimo.

Esa noche chateamos, me preguntó qué tal me habían sentado las croquetas que me había recomendado cenar a lo que le respondí soltando una risotada estúpida frente a la pantalla que todavía ni sabía lo que era una croqueta exactamente. Y así nos fuimos conociendo vía chat cuando ambos aparecíamos conectados. Me reveló que fue tan extremadamente amable conmigo porque le debía una al karma, y añadió que además como le caía muy bien, no le costaba nada ser así de agradable conmigo.

El viernes de aquella semana, Iván me llamó por teléfono cuando aún estaba en la cama. Su voz tenía un timbre especial aquella vez, me reveló que estaba muy feliz y que por fin había llegado un día que estaba esperando. Por mucho que insistí no me reveló nada, argumentando que no quería que nada se gafara. Me invitó a ir a cenar a Le Bouche à Oreille con sus amigos. Aquello me daba vergüenza pero al final me convenció.

A las siete de la tarde se había vuelto a nublar, y soplaba un viento frío, de ese que hace que tengas que cerrar los ojos encogiendo el cuello. Caminaba junto a Chouet a ritmo pausado, desconcertado, desganado. La verdad era que los brazos me pesaban bastante aunque en un rincón de mi interior estaba parpadeando una luz esperanzadora que tenía la voz de Iván. ¿Qué iba a contarme esa noche? ¿Cómo se desarrollaría todo? ¿Sentiría él lo mismo que empezaba a sentir yo impulsivamente? Pronto volvería a verle, en cuanto dejara a mi amiguito en casa. Pero en el camino de vuelta, crucé el puente y justo en ese momento pasó por debajo un TER Lorraine. El sonido que emitía el tren me trasladó a los tiempos en que estabas conmigo. En un instante, rememoré por completo aquel amanecer, en ese mismo puente y la crucial charla que tuvimos, y cómo me salvaste la vida e irónicamente semanas después el cruel destino se llevó la tuya.

Fue entonces cuando decidí no ir.

No recibí más noticias de Iván hasta pasados tres días. Me dejó un mensaje en Facebook preguntándome qué me pasó aquel viernes. Que le habría encantado presentarme a su novia. Y la vi, en su nueva foto de perfil. Una pareja adorable sobre el puente rojo sobre los nenúfares donde Iván me propuso compartir un crêpe.