domingo, 23 de marzo de 2014

Efímero

Mientras que según dicen el universo sigue creciendo, creo que nosotros, los seres humanos, estamos ya en un punto de involución, hemos pasado ya esa etapa de expansión, en la que se descubrían nuevos mundos, y cada civilización era un ecosistema aislado y único. Ahora en cambio eso se está perdiendo. Es muy común haber probado en tu propia ciudad comida cuyas recetas se inventaron a miles de kilómetros, con ingredientes autóctonos que ya no lo son. Un adolescente de Cracovia seguramente vestirá casi con el mismo estilo que otro de Los Angeles. La música que yo escucho, la escuchan también millones de personas en todo el mundo. Y cuando hay un concierto de los Kaiser Chiefs en Londres, seguro que acudirán montones de fans de aquí y de allá.

Estamos en un proceso de unificación constante, nos engañan con falsas variedades de servicios y competencia y por eso creo que el Big Bang de la humanidad se ha acabado, y volveremos al punto de origen. Un origen que también significa un final.

Algunos visionarios dirán que sí quedan mundos que descubrir, que el universo es muy grande y aún puede haber una nueva era de super expansión en otro planeta. Yo creo que no, he asumido que todo lo que hacemos y sentimos es temporal, al igual que lo que vivimos. Todo acaba siendo algo que se desvanece ante nuestros ojos, como arena que se cuela entre los dedos de tus manos, y por mucho que las mantengas bien pegadas, en algún momento olvidarás que allí tenías lo que era importantísimo para ti y, de repente, por alguna rendija, acabará yéndose. Porque no podemos aferrarnos eternamente a algo. Y en la era en la que vivimos, esta sensación se ha multiplicado, todo cambia muy rápido, nuestras necesidades, nuestros valores, nuestras preferencias…. Se acabó la religión que valora por encima de todo aquello que es eterno. Ahora ya todo tiene una entropía acelerada y todo es efímero. Siempre lo ha sido, nuestra vida comparada con la trayectoria de la raza humana o, más aún, con vida de la Tierra, es insignificante.

Un ejemplo de algo efímero que me parece maravilloso es el momento en que alguien encuentra una solución a su problema. Es un momento puntual en la línea del tiempo en el que hay una inflexión brutal entre el sufrimiento y la euforia. Pensad en alguna vez que os haya pasado.

¿Qué es más duradero: una decepción o una alegría? Pensaré en ello y pronto expondré mis conclusiones.


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