viernes, 1 de marzo de 2013

Actualidad para liberales

 Que sí, que el papa dimite. Que hoy son sus últimas horas como Benedicto equis uve palito y pasará a ser un ciudadano de a pie llamado Joseph con mocasines nuevos y sin anillo al que besar. ¿Realmente es una noticia tan importante su cese voluntario?

No tengo mucho en contra del representante supremo de la religión católica en la Tierra, mis sentimientos hacia él son totalmente vacíos porque el interés que tengo por la religión católica es baladí. No me representa ni creo en sus dogmas. Lo que me pueda interesar es por cultura general. Sin embargo, parece un tema de importancia extrema. Echando un vistazo a los titulares que encabezan las webs de casi todos los diarios europeos más importantes ahí aparece la misma frase:
“Dernières heures au Vatican”, “La Santa Sede quedará pronto en manos del ‘padrino’ Bertone”, “L’ultimo giorno di Benedetto XVI”. Estos son titulares en primera plana de liberation.fr, publico.es y repubblica.it. He escogido periódicos de ideología de izquierdas a propósito y sorprendentemente en ellos se daba incluso mayor hincapié a la nueva papal.

Un lector de Público en teoría aboga por un estado laico, que reduzca la presión e influencia de la Iglesia en nuestro país. Es decir, lo que pase o deje de pasar en esa institución es secundario. Con esto no quiero decir que no sea un tema de actualidad al que hacer referencia, pero hacer un seguimiento tan exhaustivo de todo lo que ocurre me parece incomprensible. Desde su decisión, todo ha sido un vuelco mediático sobre este tema. Son interesantes ciertas reflexiones, artículos sobre cómo fue el mandato de Benedicto XVI, análisis varios... Es normal que cuando un personaje de relevancia deja un cargo importante se escriban crónicas sobre él. Pero lo que no es normal es ese bombardeo, esa “alarma social” provocada.


Sorprendentemente, medios como Le Figaro o El Mundo (de derechas) se centraban esta mañana en temas más serios, como las consecuencias que se están descubriendo a raíz de la catástrofe de Fukushima o la avergonzante situación de Bankia en la bolsa, dando más prioridad a estas noticias.

A mí por lo menos todo esto del Papa, no me interesa tanto. Veo más interesante el cambio de gobierno en Italia que el del Vaticano, pero para los medios esto no es así.

Ahora reflexiono sobre lo lenta que avanza la mentalidad de la sociedad a pesar de la era en la que estamos, de incesantes cambios y avalanchas de información por todos lados. Y también pienso en religión. A veces me planteo si creo en algo. Intento mirar en mi alma y contactar con mi espiritualidad. ¿Podemos ser las personas ateas? ¿Ser ateo demuestra una inteligencia mayor? ¿Ser ateo es ser racional?

Sólo por la cantidad de arte, belleza y cultura que genera una religión, ésta debe ser respetada

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